Wednesday, August 31, 2011

Coaching y fuerza de voluntad

Por debajo de las estrategias de fuerza de voluntad, sugiere Cristina Sanchez Vega, se encuentra el simple supuesto de que “nos motivamos mediante una volición agudizada”. La fuerza de voluntad es tan común entre las personas de éxito que muchas ven sus características como sinónimos del éxito: una concentración maniática en los objetivos, la voluntad de “pagar el precio”, la aptitud para superar toda oposición y franquear cualquier obstáculo.
La “fuerza de voluntad”, tiene muchos problemas, pero quizá pasen inadvertidos para la persona concentrada estrechamente en el éxito. Primero, hay poca economía de medios: términos del pensamiento sistémico, actuamos sin puntos de aplacanmiento.
Alcanzamos nuestras metas, pero el esfuerzo es descomunal y terminamos agotados, preguntándonos si el éxito “ha valido la pena”. Irónicamente, las personas obsesionadas con la fuerza de voluntad buscan obstáculos para superar, dragones para vencer y enemigos para derrotar, en un alarde de destreza, pero no de autoconocimiento. Segundo, a menudo hay considerables consecuencias no buscadas. A pesar del gran éxito laboral, el poseedor de “fuerza de voluntad” a menudo descubre que ha pasado por un par de matrimonios y ha tenido espantosas relaciones con los hijos. Por alguna razón, el empecinamiento que “funciona” en el trabajo no da el mismo resultado en el hogar. Peor aún, al igual que todas estas estrategias, la “fuerza de voluntad” deja intacto el sistema subyacente de conflicto estructural. La creencia en la impotencia no ha cambiado. A pesar de logros significativos, muchas “personas de gran éxito” sienten una profunda y callada sensación de impotencia en aspectos críticos de la vida, como las relaciones personales y familiares, o la capacidad para alcanzar una sensación de paz y realización espiritual, y visión de vida.  Esta estrategias son en cierta medida ineludibles. Están arraigadas en hábitos profundos y no se modifican de la noche a la mañana. Todos solemos tener una estrategia favorita.
¿Dónde está el punto de apalancamiento para afrontar el conflicto estructural? El coaching sugiere que, si el conflicto estructural surge de creencias profundas, sólo se puede cambiar alternando las creencias. Pero los psicólogos declaran casi unánimemente que las creencias fundamentales como la sensación de impotencia o de indignidad no se cambian fácilmente. Se desarrollan tempranamente en la vida (¿recuerda esos “no puedes” y “no debes” que comenzaron cuando usted tenía dos años?). Para la mayoría de nosotros, las creencias cambian gradualmente, a medida que acumulamos nuevas experiencias y desarrollamos nuestro dominio personal. Pero si el dominio no se desarrolla mientras abriguemos creencias contrarias, y si las creencias sólo cambian cuando experimentamos el dominio, ¿cómo comenzamos a alterar las estructuras profunda; de nuestra vida?.

Friday, August 26, 2011

Ensayo de Cristina Sanchez Vega

Cristina Sanchez Vega señala que nadie desea ser el mensajero que lleva la mala noticia. El camino más fácil consiste en fingir que no hay mala noticia, o mejor aún, en “decretar la victoria”: redefinir la mala noticia como no tan mala, rebajando la pauta de comparación. Es fácil escapar de la tensión emocional: el único precio que pagamos es el abandono de lo que realmente deseamos, nuestra visión. La interacción entre tensión creativa y tensión emocional es una dinámica de desplazamiento de la carga, similar a la de las metas erosionadas.
La tensión emocional siempre se puede aliviar ajustando el polo de la tensión creativa que está siempre bajo nuestro control: la visión. Los sentimientos que nos desagradan se disipan porque la tensión creativa que los originaba se reduce. Nuestras metas ahora se aproximan más a nuestra realidad actual. Cuando abrazamos una visión de vida que difiere de la realidad actual, existe una brecha (la tensión creativa) que se puede franquear de dos maneras.La dinámica del alivio de la tensión emocional es insidiosa porque puede operar sin que nos demos cuenta. En las organizaciones, las metas se erosionan a causa de la baja tolerancia hacia la tensión emocional.
El proceso compensador de abajo representa la “solución fundamental”: realizar actos para que la realidad concuerde con la visión. Pero cambiar la realidad lleva tiempo. Esto conduce a la frustración y la tensión emocional del proceso compensador de arriba, la “solución sintomática” de reducir la visión y acomodarla a la realidad actual.
Si nos sentimos profundamente desalentados ante una visión que no se concreta, podemos sentir el fuerte impulso de aligerar la carga del desaliento. Hay un remedio inmediato: rebajar la visión. “Bien, no era tan importante alcanzar el puntaje máximo. Me divierto igual con un puntaje relativamente alto”. O bien: “No me importa tanto tocar en un recital. De cualquier modo, deberé ganarme la vida como maestro de música; me concentraré en esto”.  Pero esta reducción no es final de la historia. Tarde o temprano surgen nuevas presiones que alejan la realidad de la visión (nueva y rebajada), creando nuevas presiones para rebajar la visión y el autoconocimiento.
 Se genera la clásica dinámica de “desplazamiento de la carga”, una sutil espiral reforzada de fracaso, frustración, visión rebajada, alivio temporario y nueva presión para rebajar aún más la visión. Gradualmente la “carga” se desplaza cada vez más hacia la rebaja de la visión. Permitimos que nuestras metas se erosionen cuando no podemos convivir con la tensión emocional. Por otra parte, cuando comprendemos la tensión creativa y la dejamos operar sin rebajar nuestra visión, la visión se transforma en una fuerza activa. Las gentes realmente creativas usan la brecha entre la visión y la realidad actual para generar energías para el cambio. Si no logramos distinguir la tensión emocional de la tensión creativa, nos predisponemos a rebajar nuestra visión. Este taller de coaching insiste en la siguiente premisa: “No importa lo que la visión es, sino lo que la visión logra”. Para los colaboradores Cristina Villanueva y Fernando Sanchez, la dinámica de la tensión emocional existe en todos los niveles de la actividad humana. Es la dinámica de la componenda, el camino de la mediocridad. Como dijo Somerset
Maugham: “Solo los mediocres están siempre en su forma óptima”.

Wednesday, August 24, 2011

Notas del taller de coaching de Cristina Sanchez Vega

Pueden desalentarnos o angustiarnos. Pero la brecha entre la visión y la realidad es también una fuente de energía.
Estas brechas pueden crear la impresión de que una visión de vida es fantasiosa o antojadiza.
Si no hubiera brecha, no habría necesidad de una acción para moverse hacia la visión. La brecha es fuente de energía creativa. Llamamos a esta brecha tensión creativa.
Imaginemos una banda elástica, estirada entre la visión y la realidad actual. Cuando se estira, la banda crea tensión, representando esta tensión entre visión y realidad. ¿A qué tiende esta tensión? A la resolución o la liberación. Cristina Sanchez Vega señala que hay dos modos posibles de resolverla: impulsar la realidad hacia la visión o impulsar la visión hacia la realidad. Lo que ocurra dependerá de nuestra adherencia a la visión.
La tensión creativa constituye el principio central del dominio personal, e integra todos los elementos de la disciplina. Aun así, es muy mal comprendida.
A menudo la gente siente gran dificultad para hablar de sus visiones, aunque las visiones sean nítidas. ¿Por qué? Porque tenemos una dolorosa conciencia de la brecha entre nuestra visión y la realidad. “Me gustaría fundar mi propia compañía” pero “no tengo el capital”. Me gustaría seguir la profesión que de veras me gusta” pero “tengo que ganarme la vida”.
Por ejemplo, el término “tensión” sugiere angustia o estrés. Pero la tensión creativa no implica ninguna sensación en especial. Es la fuerza que entra en juego en cuanto reconocemos una visión que está reñida con la realidad actual.
Aun así, tensión creativa a menudo induce sentimientos o emociones asociados con la angustia, tales como tristeza, desaliento, desesperanza o preocupación. Esto ocurre con tanta frecuencia que resulta fácil confundir estas emociones con la tensión creativa. La gente llega a creer que el proceso creativo de autoconocimiento consiste en sufrir un estado de ansiedad. Pero es importante advertir que las emociones “negativas” que pueden surgir cuando hay tensión creativa no constituyen la tensión creativa en sí misma, sino lo que denominamos tensión emocional.
Si no logramos distinguir la tensión emocional de la tensión creativa, nos predisponemos a rebajar nuestra visión. La tensión emocional siempre se puede aliviar ajustando el polo de la tensión creativa que está siempre bajo nuestro control: la visión. Los sentimientos que nos desagradan se disipan porque la tensión creativa que los originaba se reduce. Nuestras metas ahora se aproximan más a nuestra realidad actual. Este taller de coaching insiste en que es fácil escapar de la tensión emocional: el único precio que pagamos es el abandono de lo que realmente deseamos, nuestra visión. Si nos sentimos profundamente desalentados ante una visión que no se concreta, podemos sentir el fuerte impulso de aligerar la carga del desaliento. Para los colaboradores Cristina Villanueva y Fernando Sanchez, hay un remedio inmediato: rebajar la visión. “Bien, no era tan importante alcanzar el puntaje máximo. Me divierto igual con un puntaje relativamente alto”. O bien: “No me importa tanto tocar en un recital. De cualquier modo, deberé ganarme la vida como maestro de música; me concentraré en esto”. La dinámica del alivio de la tensión emocional es insidiosa porque puede operar sin que nos demos cuenta.
La interacción entre tensión creativa y tensión emocional es una dinámica de desplazamiento de la carga, similar a la de las metas erosionadas.

Thursday, August 18, 2011

Autoconocimiento, coaching y talento


A la empresa corresponde realizar esa vendimia de la manera adecuada porque, a diferencia del vino, el profesional junior es la cepa que puede convertirse en el talento que ocupe los mandos intermedios de la organización, siempre que se escoja bien, se le dé la orientación adecuada y se equilibren convenientemente excesos y defectos, explica Cristina Sanchez Vega.  El talento entrenado y asentado a través de la experiencia y también de los errores asumidos constructivamente, de los que tanto se aprende. El que ya ha probado su capacidad de supervivencia y autoconocimiento a las adversidades, el que puede mirar atrás los escollos superados y afrontar con renovado ánimo el camino que se extiende por delante. Como el vino de crianza, que ha ganado cuerpo y color en la barrica, que promete y cumple a la vez, a un tiempo sólido y ágil, recio y aún mejorable, capaz de grandes cosas si llega hasta el final…
La auténtica meta de la organización no su final: no es el talento que ha terminado su recorrido y se retira, satisfecho de la labor realizada, sino el que siempre ve un futuro por delante, pero ahora está en capacidad de compartirlo, de orientar y valorar objetivamente planes y resultados, el motor que da impulso y auténtica vida a la empresa. El vino reserva, pleno de crecimiento y maduración, enriquecido en color y profundidad por cuanto ha asimilado pero traslúcido de pureza, rico en matices y sugerencias. Hay, por último, el talento comprobado y fiable, tan seguro como puede serlo nadie lo es infaliblemente, bien formado y de criterio sólido. Templado igualmente por el aprendizaje de sí mismo y de las situaciones, y también de los posibles contratiempos todos los tenemos pero sin dejarse llevar por sus éxitos, aunque sean apreciables. Es el profesional senior que sabe dónde está situado y a dónde quiere llegar. Reflexivo, comedido y prudente pero eficaz y hasta contundente en sus resultados, que se traducen en una formidable visión de vida.
El coaching es también, como el ambiente exterior que facilita la progresión del vino hacia la fase de reserva, para que ésta se realice sin dificultades ni sobresaltos, sino todo lo contrario, con una facilidad que sería difícil sin su ayuda. La selección acertada de la tipología del talento para la asignación de las distintas tareas de la organización, y el progreso de aquellos destinados a recorrer las distintas etapas, es una labor crucial y delicada de la empresa. Es un aprendizaje, cuyo avance seguro corre de la mano del coaching, que no es otra cosa que la barrica de envejecimiento, el catalizador que provoca el cambio positivo del producto sin dirigir su resultado, sin alterar sus cualidades, sino ayudando a desarrollarlas para lograr de ellas el máximo provecho tanto personal como empresarial. El motor de puesta en marcha del proceso que podría requerir mucho más tiempo o aun malograrse si no se dieran las condiciones apropiadas. 

Monday, August 15, 2011

Talento directivo, por Cristina Sanchez Vega


Como el vino joven hecho con esmero, es el profesional junior: fresco, ligero, claro, y que aspira a resultados rápidos pero importantes, si se sabe orientar y mantener. Carece de experiencia, pero tiene lo que hace falta para llegar lejos si no pierde el bouquet y se deja avinagrar por el camino… Por eso es clave para la empresa no sólo la apreciación y el reconocimiento de este talento, sino también proporcionarle la guía y el soporte donde desarrollarse, la formación adecuada que le ayude a alcanzar los resultados que promete…y de esta manera transformar su visión de vida.

Como el enólogo que sabe paladear y aquilatar apariencias, colores, cuerpos y texturas, el coach sabe distinguir realidades de tendencias, valores actuales de simples espejismos o promesas de futuro. Ambos están acostumbrados a evaluar y separar la paja del grano, la buena madera del mero cumplimiento formal; a reconocer pujanzas y limitaciones, realizaciones y esperanzas.

Asi, entre los mejores conocedores de esta realidad se encuentra, sin duda, el enólogo, cuya tarea reúne la búsqueda de una elusiva excelencia, capaz de ser reconocida por un paladar educado en la apreciación de aromas, sabores y texturas, que es a su vez, en la mayoría de los casos, resultado de un delicado aprendizaje del buen gusto. Porque, exceptuando raras disposiciones innatas e intuitivas, que las hay, el gusto es un sentido que se educa, como todos los ámbitos de la percepción. Otro profesional conocedor de estas verdades es el Coach, quien, en la búsqueda de la excelencia personal, suya y de otros, ha aprendido a ver más allá de las apariencias a través del coaching. Mediante el uso experto de las diversas formas de lenguaje, no sólo sabe ver y oír, sino lo que es más importante, interpretar lo que ve y oye: ha aprendido a mirar y a escuchar. Requisito indispensable para poder guiar adecuadamente a quien lo requiera en el proceso de su autoconocimiento.

El tiempo es el denominador común de esos aprendizajes: por una parte la destreza del profesional o experto, sea enólogo o coach, y por otra la habilidad para reconocer esa destreza, ya sea en el buen vino o en la disposición y la hechura del profesional. Es bien sabido que hay cosas que mejoran con el tiempo: el autoconocimiento, el buen gusto, el saber disfrutar de las cosas sencillas de la vida, seguramente entre las más importantes. También la destreza, la intuición profesional, la calidad de los productos hechos con dedicación y esmero, cuando su hacedor aspira, más allá del logro utilitario o económico, a la satisfacción que da la tarea bien hecha.

 Y entre ambos la calidad del producto, que el buen conocedor debe saber evaluar, confirma Cristina Sanchez Vega. El talento es la auténtica materia prima de la organización empresarial - no la infraestructura ni la base monetaria, como todo auténtico empresario (palabra que significa «emprendedor») sabe. Hay un tipo de talento joven pero lleno de vigor y pujanza, con gran promesa de futuro, capaz de grandes logros a partir de un mínimo de recursos.

Tuesday, August 9, 2011

Cristina Sanchez Vega: vision personal

Así como alguien llega a dominar un arte mediante la práctica continua, los siguientes principios y prácticas sientan las bases para expandir continuamente el dominio personal. El coaching del dominio personal comienza por abordarlo como una disciplina, una serie de prácticas y principios que se deben aplicar para ser útiles.
La visión de vida personal nace por dentro. Pero la mayoría de los adultos tienen poco sentido de una visión real. Tenemos metas y objetivos, pero éstos no son visiones. Cuando les preguntan qué desean, muchos adultos hablan de aquello de lo que quieren liberarse. Quieren vivir en un vecindario mejor, o no preocuparse por la delincuencia, o que sus hijos estudien en la universidad.
Explican Cristina Villanueva y Fernando Sanchez que son personas que quieren un trabajo mejor, es decir liberarse del trabajo aburrido que tienen. Esas letanías de “visiones negativas” son un triste lugar común, aun entre gente de mucho éxito. La capacidad para concentrarse en metas intrínsecas relevantes, no sólo metas secundarias, es una piedra angular del dominio personal.
Aunque todas las metas son legítimas,  el lema del taller es que la de fidelidad a un propósito tiene la mayor significación intrínseca. Todas las demás son medios para un fin, medios que podrían cambiar en ciertas circunstancias. Constituyen el subproducto de una vida entera de adaptación, de afrontar contratiempos, de autoconocimiento, de resolver problemas. Como dijo un adolescente que participaba en uno de nuestros programas: “No deberíamos llamarlos adultos ¨ sino ¨ adulterados ¨.
Una forma más sutil de una visión disminuida consiste en “concentrarse en los medios y no en el resultado”. Muchos ejecutivos, por ejemplo, escogen “gran participación en el mercado” como parte de su visión. ¿Pero por qué? “Porque quiero que nuestra compañía
sea rentable”.
Por eso, Cristina Sanchez Vega cuenta que hace unos años hablaba en una clase con una joven alumna acerca de su visión del planeta. Ella dijo muchas cosas encantadoras acerca de la paz y la armonía, de vivir en equilibrio con la naturaleza. Aunque estas ideas eran bellas, ella las comentaba sin emoción, como si fueran cosas que era preciso desear. Le pregunto si había algo más. Al cabo de una pausa, ella dijo: “Quiero vivir en un planeta verde” y rompió a llorar. Nunca antes lo había dicho. Las palabras le surgieron de pronto, casi con voluntad propia. Sin embargo, la imagen que comunicaban tenía un significado profundo para ella, quizá niveles de significado que ella no comprendía.

Friday, August 5, 2011

Taller de Cristina Sanchez Vega: coaching y autoconocimiento personal.

El coaching del dominio personal se debe ver siempre como una más dentro del conjunto de disciplinas de una organización inteligente. Un trabajo adecuado de balance espiritual puede revertir perfectamente esto, transformando completamente la visión de vida, que así actuara como una barrera hacia los sentimientos negativos. El compromiso empresarial con el dominio personal es ingenuo y necio si los líderes de la organización carecen de capacidad para construir una visión y modelos mentales compartidos que sirvan de guía a quienes toman decisiones locales.

Esto explica porque muchas personas y organizaciones se resisten,  aunque suene raro. Uno piensa ¿Quién podría resistirse a los beneficios del dominio personal? En nuestra cultura materialista, resulta difícil comentar siquiera las premisas del dominio personal. “¿Para qué tenemos que hablar de estas cosas? _ preguntará alguien _. ¿No es obvio? ¿ Acaso no lo sabemos?”.   Comprometerse con el pleno desarrollo de nuestra vida, para ellos, constituye un abandono radical del contrato tradicional entre el empleado y la institución, y en algunos sentidos constituye la ruptura más radical de la organización inteligente.

Los apologistas del “potencial humano”, así como buena parte de la “administración humanista”, prometieron lo imposible en las décadas del 70 y del 80. Urgieron a los ejecutivos a idealizarse y esperar grandiosas y repentinas transformaciones de carácter.
Este es el cinismo, una de las formas más intimidatorias de resistencia. Pero si raspamos la superficie de la mayoría de los cínicos, hallaremos a un idealista frustrado, alguien que cometió el error de convertir sus ideales en expectativas, explica Cristina Sanchez Vega.  Por ejemplo, muchos de los que hablan cínicamente del dominio personal en un tiempo tuvieron altos ideales acerca de las personas.  

Nadie podrá mensurar hasta tres lugares decimales cuánto aporta el dominio personal a la productividad y el funcionamiento. Es por eso que es una premisa instalada en este taller que al combatir el cinismo, asi como a cualquier otro obstáculo, es útil conocer su origen: luego se sintieron defraudados, heridos y amargados porque la gente no satisfacía esos ideales.

Como se ve, hay razones obvias para que las compañías se resistan a alentar el autoconocimiento y dominio personal. Si la gente no comparte una visión común ni “modelos mentales” comunes acerca de la realidad de los negocios, el poder que reciba sólo aumentará el estrés organizacional y las dificultades para mantener la coherencia y el rumbo. Por último, algunos temen que el dominio personal amenace el orden establecido de una compañía bien administrada, aclaran Cristina Villanueva y Fernando Sanchez. Es un temor válido. Otorgar poder a la gente dentro de una organización no alineada puede ser contraproducente.

Tuesday, August 2, 2011

Dominio personal, coaching y autoconocimiento desde el taller de Cristina Sanchez Vega

Cristina Villanueva y Fernando Sanchez coinciden en que todos hemos conocido a personas atascadas en relaciones contraproducentes, que siguen empantanadas porque insisten en fingir que todo anda bien. O hemos asistido a reuniones de negocios donde todos afirman que nuestros planes se están cumpliendo, cuando una ojeada honesta a la realidad indica lo contrario.

Pero desde este taller, se insiste en que, al moverse hacia un destino deseado, es vital saber dónde estamos ahora. De su búsqueda de aprendizaje continuo surge el espíritu de la organización inteligente. Cuando el dominio personal se transforma en disciplina _ una actividad que integramos a nuestra vida _ , encarna dos movimientos subyacentes.

De los dos movimientos subyacentes mencionados anteriormente, el primero consiste en clarificar continuamente lo que es importante para nosotros. El segundo consiste en aprender continuamente a ver con mayor claridad la realidad actual. Cristina Sanchez Vega utiliza, para la disciplina del crecimiento y el autoconocimiento personal, la expresión de “Dominio Personal” . La gente con alto nivel de dominio personal expande continuamente su aptitud para crear los resultados que buscan en la visión de vida.

A menudo pasamos tanto tiempo afrontando problemas en nuestra senda que olvidamos por qué seguíamos esa senda. El resultado es una visión borrosa e imprecisa de lo que realmente nos importa. El coaching para el dominio personal trasciende la competencia y las habilidades, aunque se basa en ellas. Trasciende la apertura espiritual, aunque requiere crecimiento espiritual. Significa abordar la vida como una tarea creativa, vivirla desde una perspectiva creativa y no meramente recreativa.